La gestión de cobranzas morosas se debe clasificar en dos segmentos claramente diferenciados.
Ellos son: A) Mora Temprana y B) Mora Definitiva.
A) Mora Temprana
Las razones de la mora terminal, no tienen tanto vínculo con el deudor, sino más bien es producto de la actividad de venta y cobranza de la empresa acreedora, que permite, en ciertos segmentos de comercialización, ya sea por razones de distancia o poca importancia comercial, que el sistema de comercialización supere los bloqueos de ventas impuestos por la administración de los créditos y cobranzas, que tradicionalmente tienen como única arma para exhibir una mayor eficiencia, la suspensión en la entrega de la mercadería.
El no cumplimiento de las pautas previstas por los sistemas de crédito, hacen acumular varias facturas, sin que las mismas sean debidamente gestionadas en forma inmediata, permitiendo al deudor llegar en última instancia a una imposibilidad económica de resolver el pago, por su imposibilidad de multiplicar sus ventas.
La gestión de mora temprana propuesta por nuestra empresa, no se encuentra muy distanciada de la gestión de la simple gestión de una factura, porque tiende a suprimir la “pereza” en el pago por parte de algunos clientes, que necesitan estímulos permanentes para abonar sus facturas, manteniendo en forma excluyente en el proceso de reclamos, el vínculo existente entre empresas.
Lo que hace esta forma de gestión es impedir que la demora se transforme en mora, además de auditar el sistema en forma rutinaria, asegurando que los medios de comercialización se encuentren controlados y, acotados en la posibilidad de otorgamiento de condiciones de ventas no autorizados por la empresa.
B) Mora Tardía o Definitiva
El tratamiento de la mora implica también una rutina que, de no cumplirse, seguramente el crédito se pierde, ya sea por desaparición definitiva del deudor, concurso, quiebra, prescripción de cheques u otra documentación crediticia, falta de información, etc.
Nuestra empresa intenta por todos los medios y como estrategia de gestión primaria, arribar a arreglos extrajudiciales, teniendo muy en cuenta la situación económica del país. No reemplazamos a los estudios jurídicos tradicionales, sino que enfocamos la negociaciones con los deudores desde una óptica diferente, con un objetivo común: el recupero del dinero. Complementamos las tareas de los estudios jurídicos dejando en claro la situación del deudor en lo que respecta a domicilios, etc.
La gestión que llevamos a cabo, implica un reclamo sistemático y coordinado, que tiene por objetivo definir el problema (sistema corral) y abarca todo el territorio Nacional aprovechando el conocimiento adquirido por la experiencia de la sociología imperante en cada provincia.
Al suscribirse a nuestro servicio, vuestra empresa indirectamente realizará una auditoría en sus cuentas corrientes, sus movimientos, plazos, pagos e intereses. Nuestra experiencia nos indica que, muchas veces los créditos que figuran como impagos o pendientes, ya han sido cancelados y las imputaciones no están registradas por falencias en su área contable o bien, por retenciones que han cometido sus vendedores o representantes comerciales.
En caso de no arribar al recupero de la deuda, esta operatoria tiene como garantía, la recuperación total de los efectos totales de la transacción (Ganancias, Ingresos Brutos, Impuestos Internos, etc.). Esta etapa no produce erogación alguna para vuestra empresa de nuestra parte, ya que forma parte de las soluciones globales que ofrecemos en el ámbito de la cobranza.