Nuestros abogados coporativos asesoran en:
- Constitución de sociedades en el Registro Público de Comercio
- Relaciones con organismos estatales y de Gobierno para el cumplimiento de leyes, normas, reglamentaciones, etc.
- Contratos, licitaciones y litigios con clientes, proveedores, empresas, organismos estatales y afines.
- Defensa de los intereses de la empresa frente a demandas y denuncias del consumidor.
- Formalidades que exige la ley del trabajo en cuanto a las relaciones contractuales entre la empresa y sus empleados.
- Representación y asesoramiento con relación a convenios colectivos de trabajo.
- Protección de propiedad intelectual, patentes, marcas y demás objetos protegidos por la propiedad industrial.
- Cumplimiento de las obligaciones fiscales de la empresa, litigios de multas y otros créditos fiscales.
- Concursos y quiebras, escisiones, disoluciones y liquidaciones de sociedades.
- Procesos de verificación de créditos, compra de empresas fallidas y activos falenciales.
- Transacciones y comercio electrónico, contratos electrónicos, firmas digitales y otros mecanismos ténico-legales.
¿Cuándo es necesario contar con un abogado corporativo?
Los emprendedores y empresarios no deberían de iniciar operaciones sin haber tenido antes la asesoría legal de un abogado corporativo. Tampoco se debe de esperar a tener una demanda en puerta para acudir con un abogado que pueda defender a la propia empresa. Así pues, ya sea contratando a un propio abogado corporativo bajo la nómina de la empresa o los servicios de un despacho especializado en asesoría empresarial, es indispensable para que una PyME no quiebre gracias a una demanda o una multa.